Tengo una enfermedad rara
que atormenta mis dias de penas
y los nervios hacen defensa
con un golpetazo,
un zacudon de energia,
que me sucumbe el cuerpo
las emociones mas penosas
salen a flote,
y el decir basta no es suficiente.
Cada vez que ocurre es un acontecer tragico,
de decepcion, penas o terror
genera escalofrios y enervece mi cabeza
desorientado, cabizbajo y a veces furibundo,
es la enfermedad de un poeta herido
con palabras tristes,
que dañan mi sensible corazón.
Y si algun dia muero derrepente,
y no encuentran origen,
que la familia y los amigos digan:
murió el poeta, murió un amigo;
no murió de penas,
no murió de amor,
murió de un golpetazo en el corazón
por la insensibilidad, por la crudeza
de lo que llamamos razón.
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